lunes, 11 de abril de 2016

Un libro en camino

Participación Inteligente, 
Estado e Innovación
Propuesta metodológica para un desarrollo sostenible 
mediante modelos isomórficos y fractales

Un mapa de aproximación

Más allá de la secuencia descriptiva de sus textos, la lógica que subyace en ellos se inicia en la idea de complejidad, en determinados recursos conceptuales y metodológicos disponibles para hacerle frente y en las tendencias observables a nivel global.

Se presenta un modelo simple de realidad con la intención de simplificar tal complejidad y facilitar su comprensión, de mejorar la relación del hombre con su entorno y de aportar elementos para sostener la diaria toma de decisiones.

La desagregación de la complejidad, con el apoyo del modelo planteado, permite avanzar sobre aquellos dominios de realidad considerados importantes para el hombre, además de poner en evidencia los tipos de relaciones que se establecen entre éste y dichos dominios, como así mismo sobre cuál es el rol que se supone tiene el humano frente a éstos. 

Se hace necesario entonces disponer de herramientas conceptuales que posibiliten el estudio, análisis y representación de los objetos, fenómenos y procesos de cada uno de estos dominios. Se describen a tales efectos, dos modelos específicos de naturaleza complementaria. Uno, representante de los supuestos analítico-mecanicistas y los modelos algorítmicos de la ciencia (al que denominamos como paradigma algorítmico o científico) y el otro, representante de los modelos heurísticos y los supuestos de la Teoría General de Sistemas (al que identificamos con el paradigma heurístico o de sistemas).

El hombre, elemento central de esta complejidad fragmentada, aparece como el elemento crítico para resolver o potenciar las situaciones de conflicto emergentes. De su perspectiva y actitud, dependerá si se es parte de un paradigma participativo e inteligente o se lo es de uno especulativo y beligerante.

Se requiere entonces de una idea modificatoria de esta realidad para despejar tal encrucijada, permitiendo a su vez fundamentar los criterios de decisión utilizados. Hemos denominado a este concepto central, participación inteligente, la que se manifiesta básicamente a partir de tres funciones complementarias e integradas que son absolutamente vitales para tal fin y que facilitarían una conversión sostenible de rumbo, tanto para la personas como para sus instituciones. 

No es posible abordar tal tipo de participación si no tuviéramos en cuenta el sentimiento que la sostiene. Hablar del amor en un ámbito público, social y político no es usual, pues este sentimiento absolutamente integrador, ha sido “arrinconado” ex profeso, en los ámbitos familiar, artístico, filosófico y religioso. Es necesario incorporar el verbo amar a la función pública, pues no aparece otra forma de humanizar el poder que no sea a través de la acción purificadora de este sentimiento. 

Así mismo, esta perspectiva –de naturaleza “utópica”- obligó a una reflexión profunda sobre el concepto de utopía, sondeando su etimología para ver la posibilidad de su reformulación. Esta tarea concluyó con una resignificación coherente y muy útil a las circunstancias y necesidades actuales.

Y ¿cómo “bajar” a la realidad ideas, sueños y anhelos, de manera que no queden en el simple discurso? A partir de la gestión de la participación inteligente, la cual no presupone una intromisión del Gobierno en las vidas de sus ciudadanos, sino, más bien –todo lo contrario- supone la implementación de una arquitectura de gestión, representativa de tal visión, que facilite una mayor participación de la comunidad en la cosa pública.

Con la idea de mostrar los aspectos prácticos de algunas innovaciones propuestas se ha tomado como caso tipo de organización al Estado, presentándose el mismo desde tres perspectivas diferentes: el Estado teórico, el Estado actual y lo que denominamos Estado Viviente, como una formulación propositiva.

Para la representación de las organizaciones y sistemas descritos se han desarrollado y utilizado modelos cuyas características principales son el isomorfismo (que consiste en utilizar la misma estructura para representar sistemas diferentes, respetando la equivalencia entre componentes y relaciones conceptuales) y la fractalidad (que consiste en mostrar autosemejanza, es decir utilizar la misma forma visual para representar al todo como a cada una de sus partes), atributos que, además de facilitar su entendimiento, otorgan a los modelos gran potencia para la simulación, la representación y el análisis.

Finalmente, se presentan algunas conclusiones globales sobre el cambio (ambiental, político, social e individual) y algunas consecuencias, como así mismo unas propuestas básicas de acción orientadas solo al ámbito local. 

El esquema siguiente muestra una red conceptual con los principales aspectos explorados.



Palabras clave:

AMBIENTE – AMOR – APRENDIZAJE – ATRIBUTOS – BELIGERANCIA - CAMBIO – CIUDADANO - COMPLEJIDAD – COMUNICAR  - CONCEPTO - CONOCER – CREAR – CULTURA - DEMOCRACIA - DERECHOS HUMANOS – DESAFÍO - DOMINIOS DE REALIDAD - EJES DE APRENDIZAJE - EJES DE COMUNICACIÓN – EMOCIONES – ENTROPÍA – ESPECULACIÓN - ESTADO ACTUAL - ESTADO TEORICO - ESTADO VIVIENTE - FINALIDAD DE ORIGEN – FRACTAL - FRAGMENTACIÓN – FUNCIONES - FUNCIONES CIUDADANAS – FUTURO - GARANTÍAS – GEOMETRÍA – GESTIÓN – GLOBAL – GOBERNABILIDAD - GOBIERNO – INNOVACIÓN – ISOMORFISMO - LEY FUNDAMENTAL – LOCAL – MEDIOAMBIENTE - MIEDOS – MODELOS – NATURALEZA - ORGANIGRAMA ESFERICO – ORGANIZACIÓN – PARADIGMAS – PARADIGMA ALGORITMICO – PARADIGMA HEURISTICO- PARTICIPACIÓN INTELIGENTE – PAZ - PERSONA – PREJUICIO – REALIDAD – RELACIONES - RESPETO - RESPONSABILIDAD CIUDADANA – SENTIMIENTOS – SIGNIFICADOS – SOSTENIBILIDAD – SUSTENTABILIDAD – TENDENCIAS – TEORIA GENERAL DE SISTEMAS – TRANSPARENCIA - UTOPIA – VALORES – VISIÓN - VOLUNTAD